Tratamiento
No hay un tratamiento específico contra la
hepatitis B aguda. Por tanto, la atención se centra en mantener el bienestar y
un equilibrio nutricional adecuado, especialmente la reposición de los líquidos
perdidos por los vómitos y la diarrea.
La infección crónica por el virus de la hepatitis B puede tratarse con medicamentos, en particular agentes antivirales orales. El tratamiento puede ralentizar el avance de la cirrosis, reducir la incidencia de cáncer de hígado y mejorar la supervivencia a largo plazo.
La OMS recomienda la administración de tratamientos
orales (tenofovir o entecavir) porque son los fármacos más potentes para
suprimir el virus de la hepatitis B. Rara vez desembocan en farmacorresistencia
en comparación con otros fármacos, son fáciles de tomar (1 pastilla al día) y
tienen pocos efectos secundarios, por lo que solo exigen un seguimiento
limitado.
El entecavir ya no está protegido por patente, pero
su disponibilidad y costos son muy variables. A su vez, el tenofovir está
protegido por patente hasta 2018 en la mayoría de los países de ingresos altos
y medios-altos, en los que el costo de un año de tratamiento oscilaba en
febrero de 2017 entre US$ 400 y US$ 1500. Aunque algunos países de ingresos
medios-altos, como China o la Federación de Rusia, todavía tienen obstáculos
relacionados con la patente para acceder al tenofovir, el tenofovir genérico es
asequible en la mayoría de los países en los que hay acceso a él. El Mecanismo
Mundial de Información sobre Precios indica que el costo de un año de
tratamiento oscilaba en febrero de 2017 entre US$ 48 y US$ 50.
Ahora bien, en la mayoría de las personas el
tratamiento no cura la infección por el virus de la hepatitis B, tan solo
suprime la replicación del virus. Por tanto, cuando se inicia el tratamiento
contra la hepatitis B, se debe continuar durante toda la vida.
En muchos entornos de escasos recursos el acceso al
diagnóstico y tratamiento contra la hepatitis B sigue siendo limitado. En 2015,
solo el 9% (22 millones) de los 257 millones de personas con infección por el
VHB estaban diagnosticadas. Entre los casos diagnosticados, la cobertura
mundial del tratamiento era de tan solo un 8% (1,7 millones). Muchas personas
solo son diagnosticadas cuando ya tienen hepatopatía avanzada.
Entre las complicaciones a largo plazo de las
infecciones por el VHB, la cirrosis y el carcinoma hepatocelular son causa de
una gran carga de morbilidad. El cáncer de hígado avanza rápidamente y, puesto
que las opciones de tratamiento son reducidas, el desenlace es por lo general
descorazonador. En los entornos de ingresos bajos, la mayoría de las personas
con cáncer de hígado muere a los pocos meses del diagnóstico. En los países de
ingresos altos, la cirugía y la quimioterapia pueden prolongar la vida unos
cuantos años, y el trasplante de hígado se utiliza en pacientes con cirrosis,
con resultados variables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario